sábado, 12 de abril de 2014

La fotografía se hace escultura

Mapplethorpe, uno de los fotógrafos más famosos del siglo XX, se sitúa frente al parisino Rodin (1840-1917), padre de la escultura moderna, y el resultado, lejos de ser estridente, resulta bastante armónico. "Es la primera vez que el museo enfrenta de esta manera dos disciplinas tan diferentes", explica Heléne Pinet, una de las comisarias de la muestra, quien ve en este proyecto una forma de "renovar la mirada" sobre la escultura y la fotografía, al tiempo que se establece "un diálogo" entre dos de los creadores "más influyentes" en sus respectivas disciplinas. "La fotografía se hace escultura, y la escultura, fotografía", como si las obras del estadounidense completasen a las del francés y viceversa, apunta.

La exposición, que podrá disfrutarse hasta el 21 de abril, está ordenada a partir de siete temas:

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  • "Movimiento y tensión",
  • "Gusto por el detalle",
  • "Ensamblaje y composiciones",
  • "Materia y abstracción",
  • "Sombra y luz" y
  • "Erotismo y condena".

 Coordenadas que vertebran una muestra integrada por 50 esculturas del Museo Rodin y por 102 fotografías cedidas por la Fundación Robert Mapplethorpe. El fotógrafo la fundó para promocionar la fotografía, apoyar museos y exponer arte fotográfico, así como para impulsar la investigación médica en la lucha contra el cáncer e infecciones relacionadas con el VIH


 "Je vois les choses comme des sculptures, comme des formes qui occupent un espace".
 "Veo las cosas como esculturas de las formas que ocupan un espacio"
 Robert Mapplethorpe -





jueves, 27 de marzo de 2014

El viaje de Luis

Este Náufrago que va cubriendo la  última parte  de su singladura, va dejando de lado lo superfluo y trata de escoger lo esencial. Inútil decir todo lo vano que nos rodea. Trata  intentar dejar  aquello que es cáscara para atender lo que nos parece válido.

Fue hace unos días cuando alguien dejó en la Isla  un regalo  que poco a poco  ha ido examinando. Primero fue un título: “El Viaje de Luis”, más tarde conoció a Luis y José Manuel , su padre, en un charla. No contento con ello quiso adentrarse  en el mundo hondo de Luis ‘muerto’ y todo lo que, despacio,  un grupo tenaz fue ‘resucitando’ a Luis.

Ya tiene a Luis y su viaje en la mano. Sólo ha conocido las marcas pero no ha penetrado aún en lo más profundo del camino: 

-         Así está describe el viaje:


Cuando hablamos de viajes, de inmediato pensamos en lugares remotos, en paisajes por descubrir, en emociones intensas quizá. Pero la crónica de un viaje puede ser también el testimonio de una compleja experiencia personal. Así es el viaje de Luis; desde su accidente, que estuvo a punto de costarle la vida, hasta su milagrosa recuperación e integración a la vida cotidiana.
Sin embargo, el viaje de este niño de 12 años puede ser también el viaje de cualquiera. Es la constatación de la vida recuperada; una conmovedora historia contada para inspirar, ayudar y dar fuerza a quienes afronten una situación extrema. Una guía de primera mano; escrita por un padre enérgico con todas sus emociones, pero también, su útil racionalidad, que motivaron este milagro explicado por la ciencia….

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